lunes, 26 de abril de 2010

Ficción Vs Realidad

Ficción: El partido agonizaba y el resultado era adverso, cuando el defensa salió a mi encuentro decidido a arrebatarme el balón, cuyo propietario, por aquel entonces, era un servidor, quien en un gesto propio del mejor Zidane y haciendo alarde de una condición física a todas luces envidiable, amagué con irme hacia la izquierda y con una ruleta inverosímil me fui a la derecha, justo antes de patear el balón con una rosca imposible para el desesperado arquero que, impasible e impotente, asistía como el esférico se colaba por la mismísima escuadra, para deleite del numeroso público que se congregaba en el estadio.

Realidad: el partido agonizaba y el resultado era adverso, cuando el defensa salió a mi encuentro decidido a arrebatarme el balón, amagué con irme hacia la izquierda y me caí. Esguince grado dos en el peroneo astragalino del tobillo izdo.

Corolario: uno ya no es el que era....

miércoles, 14 de abril de 2010

Estoy madurando

Llevo observando desde hace tiempo con cierta curiosidad, como mi cabeza, antaño sin asomo de tonalidades blanquecinas, se va poblando con inquietante parsimonia de pelillos más adustos y claros, también conocidos como canas, que antes, como un niño que descubre una lombriz bajo una piedra, celebraba con alboroto y algarabía, pero que ahora, quizá porque era ridículo gritar frente al espejo cada vez que aparecía una cana, o quizá porque es conveniente no enaltecer tus defectos (al más puro estilo Rajoy-Gürtel) va desapareciendo poco a poco de mi agenda de descubrimientos.

O será, queridos míos, que de una vez por todas, cumplidos ya los treinta y seis, estoy madurando...