Y trajéronle desde Cantabria y metiéronle enjaulado con ellas, a ver si su nombre hacía justicia, sin darse cuenta que las osas, más por asturianas que por osas, de fáciles tenían poco, mientras ellas, gallardas como pocas, desobedecían una y otra vez sus llamadas. Y así andábamos los asturianos, presumiendo de Osas Lesbianas, y los cántabros heridos en su orgullo masculino, cuando ocurrió, quien sabe si por cariño, si por amor, si por aburrimiento, que Tola abrió su “corazón” a furaco (vuelvo a abstenerme de hacer comentarios jocosos al respecto) y empezaron las montas, o las cópulas, o el folleteo, que a estas alturas del relato bien merece la pena hablar claro, tan numerosas y cuantiosas que el éxito del embarazo parecía claro. Y lleváronse al afortunado semental de vuelta, más delgado y satisfecho, como por otro lado cabría esperar, siendo despedido con honores de jefe de estado en tierra astur y recibido como un héroe de guerra en su tierra natal

Y esas estábamos los asturianos, preparando los papeles de hermanamiento con Cantabria para elegir los nombres de los oseznos, cuando la Tola y la Paca, salieron hoy del letargo del invierno y lo han hecho solas, sin oseznos jugueteando, peleando, saltando.... así que, querido FURACO, espero que tengas el móvil operativo.... machote....